20090320

Katrinne alguna vez se enamoró de un Poeta imaginario

Si no me lo hubiera dicho Borges, no habría insistido de esa manera. Un chocolate semi amargo con almendras ha sido esa insistencia. Un chocolate en mi casa, sola, ha sido causa del temor - amar la soledad. Por la mañana los pájaros no cantan por estos lados. Igual que yo deben estar soñando despiertos esta compañía que es la fantasía.
La mía es el León de Zaratustra, es un poeta imaginario, una alegría, un alcahuetas y cómplice, cosas que respiran, es el hombre de la hierba, manos untadas con tierra, islas de Calvino, desiertos sobre montañas, Fénix, Falkor, disonancia, non-sense creed, Steine die lauschen, un suspiro de Bill Evans en mi piel y -esa proyección de tus deseos de ese entonces- la he soñado en la madrugada eres insaciable, soy insaciable.
Este es un caso de no insistir.
Corro peligro de conocerte, de ver tus ojos, y no ver a ningún león compasivo -depronto hasta comenzaría a escuchar el canto del alba, agudos silbidos...
La fantasía es una compañía muy grata, igual que mi amado Whitman decido: así, si morimos morimos juntos (si, permaneceremos uno).
Aunque no fue esto en lo que me insistió Borges, lo imaginado y lo pasado ya son lo mismo...

Tal vez en otra vida, una de esas que se dan en la misma vida... una que ya extraño

1 comentario:

maldeojo dijo...

tal vez en la otra vida que encuentras en el espacio cerrado en el que andas buscando, o tal vez estás buscando en el sitio que no es, o lo estás etiquetando y no se quiere llamar así, no se, a veces estamos tan perdidos, como las medias debajo de la cama y no hemos salido de nuestra "habitacion" o probablemente nuestros cuerpos estan ahí, pero no nuestro querer