20100319

El espejo y la máscara (“Libro de arena” J. L. Borges)

Librada la batalla de Clontarf, en la que fue humillado el noruego, el Alto Rey habló con el porta y le dijo:
-Las proezas más claras pierden su lustre si no se las amoneda en palabras. Quiero que cantes mi victoria y mi loa. Yo seré Eneas; tu serás mi Virgilio. ¿Te crees capaz de acometer esa empresa, que nos hará inmortales a los dos?
- Sí, Rey –dijo el poeta-. Yo soy el Ollan. Durante doce inviernos he cursado las disciplinas de la métrica. Sé de memoria las trescientas setenta fábulas que son la base de la verdadera poesía. Los ciclos de Ulster y de Munster están en las cuerdas de mi arpa. Las leyes me autorizan a prodigar las voces más arcaicas del idioma y las más complejas metáforas. Domino la escritura secreta que defiende nuestro arte del indiscreto examen del vulgo. Puedo celebrar los amores, los abigeatos, las navegaciones, las guerras. Conozco los linajes mitológicos de todas las casas reales de Irlanda. Poseo las virtudes de las hierbas, la astrología judiciaria, las matemáticas y el derecho canónico. He derrotado en público certamen a mis rivales. Me he adiestrado en la sátira, que causa enfermedades de la piel, incluso la lepra. Sé manejar la espada, como probé en tu batalla. Sólo una cosa ignoro: la de agradecer el don que me haces.
El Rey, a quien lo fatigaban fácilmente los discursos largos y ajenos, le dijo con alivio:
-Sé harto bien esas cosas. Acaban de decirme que el ruiseñor ya cantó en Inglaterra. Cuando pasen las lluvias y las nieves, cuando regrese el ruiseñor de sus tierras del Sur, recitarás tu loa ante la corte y ante el Colegio de Poetas. Te dejo un año entero. Limarás cada letra y cada palabra. La recompensa, ya lo sabes, no será indigna de mi real costumbre ni de tus inspiradas vigilias.
-Rey, la mejor recompensa en ver tu rostro
-dijo el poeta, que era también un cortesano.
Hizo sus reverencias y se fue, ya entreviendo algún verso.
Cumplido el plazo, que fue de epidemias y rebeliones, presentó el panegírico. Lo declamó con lenta seguridad, sin una ojeada al manuscrito. El Rey lo iba aprobando con la cabeza. Todos imitaban su gesto, hasta los que agolpados en las puertas, no descifraban una palabra. Al fin el Rey habló.
-Acepto t labor. Es otra victoria. Has atribuido a cada vocablo su genuina aceptación y a cada sustantivo el epíteto que le dieron los primeros poetas. No hay en toda la loa una sola imagen que no haya sido usada en los clásicos. La guerra es el hermoso tejido de hombres y el agua de la espada es la sangre. El mar tiene su dios y las nubes predican el porvenir. Has manejado con destreza la rima, la aliteración, la asonancia, las cantidades, los artificios de la docta retórica, la sabia alteración de los metros. Si se perdiera toda la literatura de Irlanda –omen absit- podría reconstruirse sin pérdida con tu clásica oda. Treita esribas van a transcribir dos veces.
Hubo un silencio y prosiguió.
-Todo está bien y sin embargo nada ha pasado. En los pulsos no corre más a prisa la sangre. Las manos no han buscado los arcos. Nadie ha palidecido. Nadie profirió un grito de batalla, nadie opuso el pecho a los vikings. Dentro del término de un año aplaudiremos otra loa, poeta. Como signo de nuestra aprobación, toma este espejo de plata.
-Doy gracias y comprendo- dijo el poeta.
Las estrellas del cielo retomaron su claro derrotero. Otra vez cantó el ruiseñor el las selvas sajonas y el poeta retornó con su códice, menos largo que el anterior. No lo repitió de memoria; lo leyó con visible inseguridad, omitiendo ciertos pasajes, como si él mismo no los entendiera del todo o no quisiera profanarlos. La página era extraña. No era una descripción de la batalla, era la batalla. En su desorden bélico se agitaban el Dios que es Tres y es Uno, los númenes paganos de Irlanda y los que guerrearían, centenares de años después, en el principio de la Edda Mayor. La forma no era menos curiosa. Un sustantivo singular podía regir un verbo plural. Las preposiciones eran ajenas alas normas comunes. La aspereza alternaba con dulzura. Las metáforas eran arbitrarias o así lo parecían.
El Rey cambió unas pocas palabras con los hombres de letra que lo rodeaban y habló de esta manera:
-De tu primera loa pude afirmar que era un feliz resumen de cuanto se ha cantado en Irlanda. Ésta supera todo lo anterior y también lo aniquila. Suspende, maravilla y deslumbra. No la merecerán los ignaros, pero sí los doctos, los menos. Un cofre de marfil será la custodia del único ejemplar. De la pluma que ha producido obra tan eminente podemos esperar todavía una obra más alta.
Agregó con una sonrisa:
- Somos figuras de una fábula y es justo recordar que en las fábulas prima el numero tres.
El poeta se atrevió a murmurar:
-Los tres dones del hechicero, las tríadas y la indudable Trinidad.
El Rey prosiguió:
- Como prenda de nuestra aprobación, toma esta máscara de oro.
-Doy gracias y he entendido- dijo el poeta-
El aniversario volvió. Los centinelas del palacio advirtieron que el poeta no traía un manuscrito. No sin estupor el Rey lo miró; casi era otro. Algo, que no era el tiempo, había surcado y transformado sus rasgos. Los ojos parecían mirar muy lejos o haber quedado ciegos. El poeta le rogó que hablara unas palabras con él. Los esclavos despejaron la cámara.
-¿No has ejecutado la oda?- preguntó el Rey.
–Sí- dijo tristemente el poeta-. Ojalá Cristo Nuestro Señor me lo hubiera prohibido.
-¿Puedes repetirla?
-No me atrevo.
-Yo te doy el valor que te hace falta- declaró el Rey.
El poeta dijo el poema. Era una sola línea.
Sin animarse a pronunciarla en voz alta, el poeta y su Rey la paladearon, como si fuera una plegaria secreta o una blasfemia. El Rey no estaba menos maravillado y menos maltrecho que el otro. Ambos se miraron, muy pálidos.
-En años de mi juventud- dijo el Rey –navegué hacia el ocaso. En una isla vi lebreles de plata que daban muerte a jabalíes de oro. En otra nos alimentamos con la fragancia de las manzanas mágicas. En otra vi murallas de fuego. En la más lejana de todas un río abovedado y pendiente surcaba el cielo y por sus aguas iban peces y barcos. Éstas son maravillas, pero no se comparan con tu poema, que de algún modo las encierra. ¿Qué hechicería te lo dio?
-En el alba- dijo el poeta –me recordé diciendo unas palabras que al principio no comprendí. Esas palabras son un poema. Sentí que había cometido un pecado, quizá el que no perdona el Espíritu.
-El que ahora compartimos los dos- el Rey musitó-. El de haber conocido la Belleza, que es un don vedado a los hombres. Ahora nos toca expiarlo. Te di un espejo y una máscara de oro; he aquí el tercer regalo que será el último.
Le puso en la diestra una daga.
Del poeta sabemos que se dio muerte al salir del palacio; del Rey, que es un mendigo que recorre los caminos de Irlanda, que fue su reino, y que no ha repetido nunca el poema.

20090820

Mi casa está seca







Mito Mesopotámico de la creación: extracto de la historia de atrahasis

El autor de este textoes Nur-Aya, que lo grabó en tabletas de arcila durante el reinado de Ammi-saduqa, monarca de Babilonia (1702 - 1628 a.C.)

Geshtu-e, dios con inteligencia,
ellos (los grandes dioses) lo sacrificaron en su reunión.
Nintur mezcló arcilla
con su carne y con su sangre.
Luego oyeronpor siempre jamás el toque del tambor.
Un espectro cobró existencia a través de la carne del dios.
Ella (Nintur) proclamó que era la señal de que estaba vivo.
El espectro existía para no olvidar (al dios sacrificado).
Después de mezclar la arcilla,
Nintur llamó a Anunnaki, los grandes dioses.
Igigi, los grandes dioses,
arrojaron escupitajos sobre la arcilla.
Mami (Nintur)hizo oir su voz
y se dirigió a los grandes dioses:
"He cumplido a la perfección
la tarea que me encomendasteis.
Habéis matado a un dios y su inteligencia.
Os he librado del trabajo dificil,
He impuesto vuestra carga a la humanidad,
a la que habeis concedido el ruido.
Yo he quitado los grilletes y concedido a la libertad"
Los dioses escucharon este discurso,
se sintieros liberados (de la angustia) y le besaron los pies:
"Hasta ahora te llamábamos Mami,
pero tu nombre será señora de todos los dioses."
El clarividente Enki y la sabia Mami
se dirigieron a la sala del destino.
Las diosas del útero se reunieron.
Enki pisoteo arcilla en su presencia
y ella recitó un conjuro,
ya que Enki, que permaneció a su lado, insitió en que lo pronunciara.
Cuando concluyo el recitado,
Nintur seleccionó catorce trozos (de arcilla)
(y colocó) siete a la derecha
y siete a la izquierda.
Entre los fragmentos depositó un ladrillo de adobe.
Utilizó un (?) junco, lo abrió (?) para cortar el cordón umbilical,
convovó a las sabias y enteradas
diosas del útero, siete y siete.
Siete hombres creados,
siete mujeres creadas,
porque la diosa del útero (es) la creadora del destino.
( Brian Leigh Molyneax "La tierra sagrada" pp 15 )

20090710

¿Está viva mi casa?

¿Está mi casa viva?


El camino que emprendo comienza por una imagen mental. De alguna manera esta tiene que ser una buena razón para comenzar. Ya que todo nace de adentro hacia afuera.


Mi casa es una casa de campo, pintada con mineral azul que se ha ido escarapelando. Por la noche hay silencio, aunque tenga mucha madera no cruje. Mi cama esta junto a los dos grandes ventanales esquineros. Así puedo mirar la luna y las estrellas desde la cama cuando estoy desvelada. Antes había un farol en el centro del lote, por motivos de seguridad, que se mantenía encendido durante la noche. No me permitía ver las estrellas y un día me di cuenta de lo extraño que era no escuchar a los pájaros cantar por la mañana. Finalmente se dañó la instalación eléctrica y ahora mis noches son oscuras, al menos que haya luna llena. La oscuridad es vital, sobre todo en la casa.

El valor que se le atribuye a un hogar, es el de la protección por un lado de factores externos, como el clima, personas o animales por otro lado protege también lo que uno es, y tiene. Permite que los seres se construyan como seres íntimos e individuales, es un espacio en el cual el ser encuentra la autoridad sobre la configuración de su entorno, no tiene que ceder ante un comportamiento colectivo. Es un espacio vital e indispensable. Estos, pienso son conceptos globales. El hogar así como las cuevas de los niños se vuelve también un lugar en el cual se tiene permiso para soñar. En ella es importante la oscura noche, llena de fantasmas guardados en los armarios, que a veces no dejan dormir, son como los recuerdos que a veces evocan a la mala conciencia, con los que afortunadamente se puede negociar; y los dulces cantos del amanecer que nos dejan soñar con los ojos abiertos y en absoluta tranquilidad imaginarnos algún proyecto futuro, o una bonita conversación. Me gustan esos opuestos. Me conforman, me hacen sentir viva. El ser humano tiene varias maneras de curarse. Un tiempo para acá elegí la humana, en la que están permitidos los pensamientos más oscuros y también los mas irreales y soñadores, la materia y el espíritu, el mugre y el aroma.


Aparte de las cosas vividas en mi casa, ella también guarda sus recuerdos; ésta no ha sido una casa muy social, por lo cual los recuerdos no están relacionados con otras personas. He sido principalmente yo. La intimidad es muy atractiva, contiene fuerzas opuestas, atrayentes y repulsivas, un objeto íntimo como ropa, una plumilla, esos libros leídos y releídos, la silla de trabajo, la cama distendida etc. son objetos que de alguna manera están impregnados de vida. Los momentos de soledad son en uno como semillas que germinan con el tiempo.


En mi casa todo esta en constante movimiento. Siempre estoy trabajando con algo distinto, por lo cual las cosas salen de los armarios, son manipulados y luego vuelven a ser organizados y ordenados. Aunque nunca vuelven al lugar en el cual se encontraban antes. Siento que mi casa me abraza. Le da cabida a mis pensamientos, ellos se pueden expandir en este espacio. Casi siempre permanezco en silencio, con pantuflas y un té, preferiblemente verde o agua de jengibre con miel o panela. Los pocillos normalmente, en un 90% pasan algunos días sucios antes de que los vuelva a limpiar y a colocar en la "cocinetica". Al igual que los pinceles en tiner o los libros y los papeles que por lo general perduran regados por el espacio.

Hace poco caí en cuenta o conscienticé que tiendo a arrinconar las cosas, a espichar dentro del armario, una manera de economizar espacio aparentemente, pero muy bien lo ha dicho Lion-heart, estos objetos terminan arrinconando lo a uno.
Mi proyecto busca hacer la experiencia del hogar algo etérea, pero antes de hablar de eso, describiré un poco algunos objetos de mi casa y hablare de la relación que tengo con ellos. 

El escritorio, es un objeto que hice para una asignación en la universidad. Teníamos que hacer un objeto sagrado en madera, y en ese momento yo no tenia un escritorio porque me había ido de la casa y el lugar al que llegue no tenia suficiente espacio para mi escritorio viejo, pensé que quería un escritorio: objeto sagrado. Tallé las patas y ensamblé el mesón y las chamarras, lo cepillé, lije, curé. En este momento tiene muchos rayones y memorias de diversos momentos: huellas de pinturas, algunos aburrimientos, y tiene muchos objetos en el, unos útiles otros no tanto. Mi mesa de noche es una mesa que hizo mi hermano con su primera novia. En ella esta situada mi lámpara de noche, la cual no alumbra lo suficiente como para leer sin demasiado esfuerzo por lo cual tiendo a cansarme rápidamente y apagando la luz para caer en los brazos de Morfeo. Tengo una "silla inglesa antigua" no sirve para sentarse, pero me la regaló mi abuela que anda más pendiente de ella que yo. Es un objeto con carácter noble, me pregunto cuantos traseros ha soportado en su vida. Mi camita, mi colchoncito, mis cobijitas y mis cojines son un tema delicado y no hablare de ellos en este caso habla más el dibujo.

Reproducir mi casa en arcilla, con cada detalle, es tratar de darle vida a un objeto en el momento del hacer, de la misma manera como yo estoy viva, le doy vida a mi hogar. Cada objeto está basado en medidas reales, por lo cual, me obligaba a acercarme una vez más a mi casa real, conocer sus dimensiones, sus inclinaciones, columnas, huecos, marcos de ventanas, revés de los armarios y tapas. El manipular la arcilla me conecta a la tierra. Este material es bastante espiritual; desde chiquita crecí entre ceramistas, es un material que se encuentra en casi todos los orígenes del ser humano y en muchos relatos de creación. La arcilla no siempre se puede manipular como uno quisiera. Esto es más evidente cuando se trabaja en el torno, en el cual es necesario centrar bien el bloque de arcilla para así poder manipularlo y hacer una vasija o un plato. Resulta que si uno no esta centrado, nunca va a centrar la arcilla. El gesto de hacer la casa, ese revivir un objeto a través de un momento de creación (porque un pedacito de arcilla color terracota toma la forma de una silla) requiere dedicación. Derrida menciona la validez de ser tacaño o avaro con el tiempo. Dice que es lo único que le pertenece realmente a uno, y que cada quien ve como lo usa. El hacer las paredes y la estructura de la casa, las puertas, objetos que contienen los armarios es teniendo claro como objetivo final, el desprendimiento y "muerte" del objeto. Antes de emprender el viaje tuve una imagen fija en mi cabeza, y fue la de mi hogar hecho en arcilla deshaciéndose. Algunas cosas que uno imagina también quiere verlas hechas, se merecen la dedicación y el tiempo, las alegrías y los desánimos. Se vuelve un ejercicio un poco incomprendido, pues no se encuentra en el entendimiento común la posibilidad de elaborar una maqueta con el fin de autogenera se un momento de catarsis, que culmina en el duelo.
Este punto lo considero crucial en mi proyecto. Es el esfuerzo y trabajo, el detalle y sus complicaciones al que no se le puede pasar por encima; pues si un objeto mínimo, que no ha dado el empeño energético de ver o entender y reconocer la vida que contiene. Si no nos atrevemos a sentir hondo, no tendría trascendencia el gesto de desprendimiento que no deja de tener carácter de sacrificio. No se puede olvidar que el material que se está trabajando tiene un origen y que cuando el proyecto se lleve a cabo, la arcilla volverá a penetrar en la tierra, diluyéndose en partículas que de pronto llevarán un pedazo de esa información hacia su origen.


La idea de lo etéreo no necesariamente encamina lo opuesto a la materia. De alguna manera cuando tenía seis años y por primera vez entendí, reconocí que yo no era un pájaro, que lo que me estaba haciendo tanta falta en la espalda no iba a ser en esta vida. Eso me ha llevado a concebir la vida con una idea de libertad relacionada al vuelo, al desprendimiento, una especie de "muerte" que hace que todas las partículas se dispersen. Es un pensamiento positivo ante la muerte, no es tenebrosa. El dibujar y tratar con pájaros muertos, me acerca a ellos, a nuestras similitudes. El hablar de la vida en la quietud de lo que pereció. Presenciando el perecer no como un final, sino como un limite que se traspasa.

Estos son relatos personales, todos vemos la vida como queremos, o como la vida misma nos ha hecho verla, pero siempre de manera singular. La memoria que tengo es la que me hace relacionarme con ciertos conceptos cognitivos hacia el mundo. Hay objetos que tienen memoria. Una memoria colectiva. Como la esquina de la 13 con 7ª en la que fué asesinado Gaitán. Pero esa memoria no necesariamente es un recuerdo, ese lugar contiene esa información. Cuando se vive un suceso específico con una persona en ese momento se podría decir que se forma un ser suceso amorfo que es archivado. Mi recuerdo esta ligado a ese ser. Asimismo puedo tener varias extensiones con objetos y los objetos tienen extensiones con nosotros. Alguien que pierda la memoria ¿qué relación puede tener consigo mismo o con los demás? Tiene que recuperarse lentamente creando nuevos recuerdos, nuevos pensamientos ligados a ciertos rostros, lugares y objetos. En muchos casos, el objeto también ayuda a recuperar la memoria. Pero la memoria como mencioné anteriormente, es al igual que la forma de concebir la vida un hecho singular. La relación que yo tengo con mi casa no es transferible, siempre es íntimamente personal. Todo el mundo, hasta personas de la calle tienen hogar, concepto que no excluye el cambuche, pero la relación es directa sujeto-objeto. ¿Qué sucede en mi relación con mi casa que podría parecerle interesante a otra persona? Creo que no tiene nada en especial o nada diferente a otras casas y creo que esa es la única manera en la cual pueda alguien tomar la decisión de compartir un poco de su tiempo con mi proyecto.


¿Cuál es mi necesidad de exponer mi intimidad? Al principio del proyecto era una pregunta nublada, no estaba aún formulada y no menos había respuesta. Había una incertidumbre, una incomprensión acerca del porque estaba elaborando trabajos con ese carácter. Este proyecto no deja de ser un experimento. El compartir ese lado humano que la mayoría de veces ocultamos hasta ante nuestros seres queridos es una necesidad; en este mundo tan "hacia afuera" y magnánimo, en el cual el supuesto individuo (que fue uno de los grandes sucesos del siglo XX) se ve anulado por los medios como internet, en el cual hay muchas personas que al igual que yo exclamamos que respiramos. No es únicamente la necesidad de expresión personal, o el comunicar algo como una protesta sino el anunciar que se está vivo, que lo que soy yo no es únicamente una idea. Yo respiro.


La imagen mental es esa casa, puesta a la intemperie y un aguacero deshaciendo lentamente el material para finalmente llevarse la forma. ¿Por qué me he detenido en el agua? La lluvia, al igual que la arcilla o tierra es un elemento; la lluvia tiene un aspecto grisáceo, cuando cae un aguacero lo primero que se lleva es el “mugre”. El agua también tiene connotaciones directas ligadas a orígenes, es indispensable y somos en un 80% agua. Por lo general cuando llueve mucho nos enconchamos, hace más frío y lo relacionamos con la tristeza, pero luego de la lluvia, comienza a oler a pasto y se respira un ambiente liviano, limpio y fresco. Al igual que el fastidio del exceso de luz y de calor cuando hace demasiado sol la lluvia tiene sus connotaciones positivas y gratificantes. El agua se lleva las cosas que soltamos. El permitir que el agua se lleve mi casa, el soltar el objeto artístico no deja de tener connotaciones psicoanalíticas. La carga que llevamos en nuestra espalda se ve reflejada en nuestro hogar. Bachelar lo dice en una forma muy reflexiva:

"No solamente nuestros recuerdos, sino también nuestros olvidos están "alojados" nuestro inconciente esta "alojado". Nuestra alma es una morada. Y al acordarnos de las "casas", de los "cuartos", aprendemos a "morar" en nosotros mismos. Se ve desde ahora que las imágenes de la casa marchan en dos sentidos: están en nosotros tanto como nosotros estamos en ellas"

20090525

Mi dear, mi na no what to do...

20090505

a través del finis




Recibí una grabacion de el "sonido" o "ruido" del espacio, grabado por la NASA "symphonies of the planets".

Mientras escuchaba... pensaba... esos sonidos que viajan, claros y difusos, cercanos y lejanos, acompañados por explosiones y por silbidos...

Siempre, desde que tengo la grabación, imagino que esos sonidos aún viajan, que en algún lado algo las esta presenciando...

como las imagenes en tu memoria.

infinita, atrave s a n d o f r o n t e r a s

20090501


Prefiero desenredado

Un suceso me hizo recordar sueños del pasado. Sueños por los cuales había estado dispuesta a ir a la cárcel. Sueños de libertad. Cuantas horas no pasé en la Luis Angel, buscando y rebuscando en la red, la posibilidad de no tener nacionalidad alguna. Hice varios dibujos e instalación, insinuando que lo que nos da alguna nacionalidad es el numero de nuestro pasaporte, que a la vez solo existe en el exterior y es el que marca un limite. En mi búsqueda he tratado de sobrepasar las fronteras. Y ésta, que es una de las más sublimes, es real en la medida que no existe, es una discusión vigente que se aplaza. Es voluntad por paz, dejar a un lado el sistema económico. Toda esta cuestión nacía de una falta de identidad patriótica, no es uno de allá ni de acá, es de lo que le nasca en el corazón, por ende: del mundo.
Todo esto era muy complicado hace unos cuantos años, por mi inmadurez también, supongo, pero entendí que antes que cualquier cosa tenia que vivir la libertad acá, en esta vida que me tocó. Me fui de la casa para vivir con un amigo muy querido, el único artista que conozco. Y me dediqué a conocer mis entrañas. desde los pensamientos y sentimientos menos queridos por el ser humano hasta la elevación del alma. Viví el amor, en pleno desorden y desastre. En todas sus variaciones. Viví lo que es vivir sin limites, sin miedo, a la hora que fuera, con la gente que fuera. Abuse de ciertas sustancias, lo cual en el momento fue bueno y necesario. También viví tristeza, que luego de tantos años me abandonó. Toda esta idea rebelde de querer cambiar toda una sociedad y un sistema mundial, se transformó en libertad de espíritu. Pero eso solo se puede cuando uno ha visto la muerte de cerca.

-Lo que me sucede, sucede a todos los frutos que maduran. La miel que hay en mis venas es lo me me pone mas espesa mi sangre y torna más silenciosa mi alma.- Le dice Zarathustra a sus animales.
-Patience is just another word for getting old.- es un poco menos pretencioso (whitest boy alive).

Envejecer es lo que menos quiero, verme amarrada a un trabajo, o a un compromiso. Con poco equipaje, lo que no se debe hacer es comer cuento, o ponerse serio.

Por eso, mi querido amigo que estas tan lejos, quiero decirte que tengo melena, que mis dientes no se han caído. Lo que menos busco es compromiso solo quiero desayunar con helado cuando se me da la gana. Y que te derritas, pero en serio, y a mi lado.

O solo en sueños, ensueños.

20090320

Katrinne alguna vez se enamoró de un Poeta imaginario

Si no me lo hubiera dicho Borges, no habría insistido de esa manera. Un chocolate semi amargo con almendras ha sido esa insistencia. Un chocolate en mi casa, sola, ha sido causa del temor - amar la soledad. Por la mañana los pájaros no cantan por estos lados. Igual que yo deben estar soñando despiertos esta compañía que es la fantasía.
La mía es el León de Zaratustra, es un poeta imaginario, una alegría, un alcahuetas y cómplice, cosas que respiran, es el hombre de la hierba, manos untadas con tierra, islas de Calvino, desiertos sobre montañas, Fénix, Falkor, disonancia, non-sense creed, Steine die lauschen, un suspiro de Bill Evans en mi piel y -esa proyección de tus deseos de ese entonces- la he soñado en la madrugada eres insaciable, soy insaciable.
Este es un caso de no insistir.
Corro peligro de conocerte, de ver tus ojos, y no ver a ningún león compasivo -depronto hasta comenzaría a escuchar el canto del alba, agudos silbidos...
La fantasía es una compañía muy grata, igual que mi amado Whitman decido: así, si morimos morimos juntos (si, permaneceremos uno).
Aunque no fue esto en lo que me insistió Borges, lo imaginado y lo pasado ya son lo mismo...

Tal vez en otra vida, una de esas que se dan en la misma vida... una que ya extraño

20090315

Humano

Paso tiempo sola, sueño con pajaros. sueño que soy un pajaro.
Entiendo la fe (palabra que me mostraste) desde que te has ido.
Tiento a otros seres, caprichosos, ajenos. Predecibles pero complejos.
Tu partida ha sido el descontrol de la libertad. La he pasado rico.

Me gustan las noches de Pulpo con aceitunas y Sushi ‘Ojo de Tigre’
que luego con trago de algún lugar sin nombre en la Caracas con 57
terminan siendo una reunión como de chinos que tratando de no
envenenarse con pez globo, reta un alcohol posiblemente adulterado.

Y eso, una cosa que no quisiera nunca es ceguera, creo que nadie.
yo disfruto ver el mugre, es como el exceso de óleo en un ¿Goya?
Me gusta cuando algo entra en conflicto. Autopoiesis que culmina en catarsis.
No hay nada más sanador que la risa.

La verdad lo que más me preocupa es perder la seriedad.
Mentira que lo que me preocupa es que eso no me preocupe.
Aunque si seriedad viene de ser no hay posibilidad de pre-ocupar.
Ese sería un verbo imposible... (puede que hable desde la ignorancia).

Tengo los pies fríos, debe ser por la altura.
Aunque debo admitir que he consultado la posibilidad de convertirme en reptil, una lagartija
Se nota que de cabeza soy muy humana... tendré que trabajar más es eso.

20090309

Ente-recuerdo-bulto

¿Qué sucede cuando tengo insomnio, un poco de taquicardia, y la casa esta toda en silencio? Observo las luces y sombras de su noche, siento tensiones, la casa esta a la espectativa. No logro diferenciar si el sonido viene de la atmósfera o de mi cabeza.
Pienso en la cantidad de vainas que ésta casa guarda en sus armarios, lo veo una masa monstruosa, que se mueve entre mi voluntad y otra cosa. En la noche, oscura y sola, siento que estos objetos me abrazan como el hambre que siento. Un gran vacuum me comienza a absorber. Grandes fantasmas del pasado están en esos armarios. Libros y catálogos que nunca fueron intimos. Sombreros y pelucas de mi abuela. Cassettes de cuando era niña de historias y música que no recuerdo. Dibujos, sin terminar, prometidos hasta el olvido. Retazos de tela que dio miedo desperdiciar, pequeños recortes asimétricos de 2cm por mas o menos lo mismo. Ropa vieja, unos zapatos prestados con hongo, figuritas de huevos sorpresa, letreritos de productos alguna vez comprados, ropa vieja de la familia y propia. Cables de computador y adaptadores de cosas perdidas con extenciones infinitas hacia el... Maricaditas de relaciones anteriores. Cartas y papel para carta de mi niñez en Alemania. Cartas-conversación de las clases aburridas del colegio. Una caja inmensa de fotos de la familia.
Al igual que mi pensamiento el recuerdo divagando, esta masa amorfa de vainas se mueve de rincón en rincón.

20090221

Desastrosos de cartuchera




¿O un mundo en el que más que todo abunda la basura? Un buen comienzo es reconocer el basurero personal, luego tomar conciencia, aunque este tema parece imposible. ¿Cómo dejar de usar pasta de dientes y cepillos? Mejor ya no me enjabono.. Vestir solo reciclado. Consumir solo productos cosechados en la zona. Ser Peregrino, me parecería de lo más emocionante... en teoría. Pero luego siempre llega el parásito de la comparación. Las grandes cadenas de almacenes, o comida, y por lo general suelen ser adultos los que argumentan: ¡No! Los que tienen que moderar son los grandes productores. Estos magnánimos toman forma casi mitológica de conciencia. Monstruos de nuestra era, seres imaginarios, ellos son los que expulsan gases, seres culpables sin cerebro, grandes fábricas y nombres manejados por seres fantasmagóricos.

Me pregunto cuantas personas han visitado un basurero, tierra hostil de las ratas y los chulos - un verdadero paraíso. Ahi precencie un mínimo de basura (aunque si era una grán cantidad) de Mac Donals. Si cada familia marcara sus bolsas de basura con un sello, ¡Sería buenisimo!

Si yo fuera un 1% de mi tamaño creo que mi cartuchera me olería a todo menos rico.